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La Sección de Alternativas de Resolución y Gestión de Conflictos (ARC) del COPC ha apostado por introducir en Cataluña la figura del coordinador de parentalidad para ayudar a las familias con alta conflictividad en el proceso de separación/divorcio a reorganizar la transición
. El psicólogo coordinador de parentalidad debe tener formación y experiencia en mediación, conocimientos de dinámicas familiares post separación complejas y desarrollo infanto-juvenil, así como en trastornos de personalidad, drogodependencias y adicciones, violencia familiar, y de conceptos legales y de la legislación vigente.

Esta iniciativa de formación promovida por la sección ARC arrancó el día 6 de febrero con la conferencia introductoria realizada por la vocal de la Sección, Connie Capdevila Brophy, mediadora familiar y formada en coordinación de parentalidad (CP). Esta introducción incluyó la descripción de tipologías de parejas después de la separación, con coparentalidad cooperativa, coparentalidad paralela y con alta conflictividad. Con el divorcio aumentan emociones como la tristeza, la rabia y la angustia, además de dificultades de comunicación y conflictos que se potencian durante un proceso litigioso.

Se calcula que entre un 8-15% de las parejas que se separan no consiguen aminorar la conflictividad pasados ​​dos o tres años del divorcio. Recurren a las demandas y al litigio para resolver sus disputas, repercutiendo en un alto coste económico y emocional. Es precisamente este reducido grupo el que se beneficia de la coordinación de parentalidad. En la conferencia se revisaron las principales directrices de la Association for Families and Conciliation Courts (2006) y de la American Psychological Association (2012) de los Estados Unidos, aspectos relacionados sobre la ética y práctica de la CP, como qué profesionales pueden ejercer la CP, la formación necesaria y otros puntos de interés. La intervención de los especialistas en el proceso de coordinación de parentalidad tiene, habitualmente, una duración de un año o año y medio y se hace siguiendo las pautas marcadas por un contrato previo muy detallado y que se mostró en el transcurso de la conferencia.

En la jornada, desarrollada los días 22 y 23 de Febrero, se contó con dos prestigiosos expertos internacionales de la mediación y coordinación de parentalidad, los canadienses Aldo Morrone y Dominic D'Abate. Morrone es mediador familiar, coordinador del Consensus Mediation Center de Montreal, mientras D'Abate dirige esta institución y es uno de los iniciadores del proyecto piloto de coordinación de parentalidad de la Superior Court de Montreal. Entre los asistentes a la jornada se encontraban representantes de puntos de encuentro, del Servicio de Asesoramiento Técnico en el Ámbito de Familia (SATAF) dependiente del Departamento de Justicia y miembros de la magistratura.

D'Abate abrió la jornada centrándose en revisar los orígenes y la definición de lo que es la coordinación de parentalidad. Su origen se remonta a los Estados Unidos, durante la década de los 90, de la frustración de los magistrados de no poder ayudar a familias donde el conflicto no se resolvía con un mandato judicial, ni había funcionado previamente la mediación familiar u otras intervenciones que eran efectivas en casos de separación o divorcio. Estas familias, siendo un 10% del total aproximado, llegaban a emplear un altísimo porcentaje de los recursos de los juzgados a causa de sus frecuentes litigios. Además, en aquellos años, los estudios sobre las consecuencias del divorcio en los niños concluyeron que el conflicto interparental era el principal causante de los problemas psicológicos que presentaban los hijos.

La investigación sobre intervenciones de los CP, indican que el número de comparecencias judiciales disminuye considerablemente, reduciendo el coste para la justicia y para las familias. De ahí que, en los últimos diez años, el rol e implementación social de los coordinadores de parentalidad haya crecido de manera casi exponencial en todos los estados.

El CP ayuda a los progenitores a implementar o modificar el plan de parentalidad. El modelo de coordinación de parentalidad que presentaron estos dos especialistas está centrado en los niños y combina el enfoque orientado a soluciones -creado por Steve de Shazer-, la perspectiva sistémica con consideraciones de tipo ecosistémico y el modelo integrativo ideado por Debra Carter.

Aldo Morrone revisó algunos mitos de las separaciones, como que las separaciones deben ser amigables, que la vida de los niños no debe cambiar o que las cosas pueden mejorar con el tiempo. A continuación, habló extensamente sobre los nuevos tipos de familias surgidas tras las separaciones o divorcios y la necesidad de incluir a los hijos y nuevas parejas en el proceso de mediación o de coordinación de parentalidad. Mostró videos de intervenciones con niños que reflejaban las dinámicas familiares. Y puso especial énfasis en la importancia de enfocar en las excepciones del conflicto, es decir, explorar cuando no tiene lugar la dinámica conflictiva.

Los participantes, tanto magistrados como psicólogos mediadores, pudieron contribuir comentando los casos más difíciles y se hizo evidente que en todos ellos la coordinación de parentalidad podía ser de gran ayuda. Los expertos hicieron pequeños grupos con role plays. Se destacó la importancia de encontrar las cualidades positivas de los participantes aunque mostraran alta conflictividad.


Al final del primer día se contó con la presencia de Josep Vilajoana, decano del COPC, que agradeció la presencia de los expertos, haciendo patente la importancia de esta nueva figura en el ámbito de la gestión y resolución de conflictos, así como de la necesidad de colaborar con otros profesionales del ámbito jurídico.

El segundo día, el dr. D'Abate se centró en describir con detalle el proceso de CP, desde el momento en que es designado hasta la finalización a los doce o dieciocho meses aproximadamente. Describió la labor del CP así como las herramientas más efectivas para trabajar con estas familias en cada una de las cuatro fases del proceso de coordinación de la parentalidad: inicial, de implementación, de mantenimiento y final, ilustrando un caso concreto.