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El
Dr. Dominic De Abate, director del Consensus Mediation Center, ha
vuelto al COPC para presentar los resultados del proyecto piloto de
coordinación de parentalidad de Montreal. Hemos hablado con
el
Dr. D'Abate sobre algunos aspectos de la implementación de
la
coordinación de parentalidad en Quebec.
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¿Qué
valor añadido aportan los profesionales de la
psicología como coordinadores de parentalidad?
Los
psicólogos y psicólogas tienen el conocimiento y
experiencia para trabajar de manera efectiva con familias con alta
conflictividad en las que los niños a menudo
están en
riesgo de sufrimiento emocional.
En
Estados Unidos y Canadá, los profesionales de la
psicología han jugado un rol muy importante en el desarrollo
de la coordinación de parentalidad. La Asociación
Americana de Psicología ha reconocido la importancia del rol
de coordinador de parentalidad para sus propios miembros y ha creado
sus Directrices. Los profesionales de la psicología y
trabajo social en Montreal han sido una pieza fundamental para iniciar
y desarrollar la coordinación de parentalidad. En
Cataluña, el Colegio Oficial de Psicología de
Cataluña han creado sus directrices para la
práctica en este campo.
Usted
ha formado parte del Comité que ha organizado el proyecto
piloto
de coordinación de parentalidad de Montreal. Desde su inicio
en
2013 ya ha realizado cierto recorrido en estos años.
¿Qué valoración hace?
Como
resultado de la participación de psicólogos y
trabajadores sociales en Montreal, conseguimos que el Ministerio de
Justicia financiara un proyecto piloto de dos años. El
interés por la coordinación de parentalidad se ha
incrementado entre los profesionales del ámbito legal y
psicosocial y, en particular, entre los "evaluadores de la custodia",
los cuales a menudo recomiendan que los progenitores hagan un
seguimiento con un coordinador de parentalidad. También
hemos
formado más profesionales que están ansiosos por
recibir
casos que, lamentablemente, aún no suponen un gran
número. En la actualidad, el Ministerio de Justicia
está
examinando la evaluación del proyecto piloto y estamos a la
espera de la respuesta. Espero que una vez enviado el informe que
regulará la práctica de coordinación
de
parentalidad en Quebec, los jueces estarán más
dispuestos
a derivar a los progenitores y que el gobierno proporcionará
alguna ayuda económica a las familias que no puedan pagar el
servicio. Mientras tanto, estamos haciendo un esfuerzo para
sensibilizar a los abogados y a los jueces y se están
empezando
a obtener más derivaciones. Como en todas las jurisdicciones
judiciales, el sistema es demasiado prudente a la hora de asegurar que
todos los actores (Ministerio de Justicia, Colegio de Abogados,
Psicólogos y Trabajadores sociales) estén a bordo
y
estén preparados para avanzar. No tengo ninguna duda de que
la
coordinación de parentalidad será un servicio
importante
que los tribunales utilizarán. También estamos
explorando
como este servicio puede ser útil junto con los servicios de
protección de menores.
¿Qué
frutos se han obtenido del proyecto piloto de coordinación
de parentalidad de Montreal?
Los
diferentes participantes en el proyecto (progenitores, niños
y
niñas, abogados o jueces) han mostrado muy buena
predisposición hacia la coordinación de
parentalidad y
creen que esta intervención tiene su lugar en el sistema
legal
de derecho de familia en Quebec. La mayoría de ellos creen
en el
valor de la coordinación de parentalidad para ayudar a las
familias separadas que viven en conflicto. Los resultados de nuestra
investigación indican un descenso en la actividad judicial y
que
los coordinadores de parentalidad deberían ser una
alternativa
-a más bajo coste- que el litigio tradicional.
¿Cuáles
son las principales diferencias con un proceso de mediación?
En
primer lugar, los progenitores en relaciones coparental de alta
conflictividad forman, aproximadamente, el 15 por ciento de todas las
parejas que se separan o divorcian. No consideran la
mediación
como una opción para resolver sus diferencias.
La
mediación familiar es un proceso confidencial y los
profesionales de la mediación no pueden ser citados como
testigos en el juzgado, mientras que la coordinación
familiar no
es confidencial y se puede requerir al profesional ante el juez,
así como realizar un informe que detalle sus intervenciones.
La
coordinación de parentalidad, a diferencia de la
mediación, está centrada en las necesidades de
los
niños y niñas y ayuda a los progenitores a
desinvolucrarse de los conflictos.
La
coordinación de parentalidad puede realizar muchas funciones
como la psicoeducación, gestión de los
conflictos,
gestión de caso y coordinación con otros
profesionales y
de forma limitada la toma de decisiones. Los profesionales de la
mediación tienen más restricciones de lo que
pueden
realizar con los progenitores.
Los
coordinadores de parentalidad también pueden ofrecer
servicios
de seguimiento a las familias para que cumplan la resolución
judicial.
Los
progenitores están obligados a comprometerse con una
intervención a largo plazo (normalmente uno o dos
años) y
no se pueden excluir del proceso unilateralmente. Las parejas que
eligen la mediación no están obligadas a seguir
en el
proceso y pueden detener el proceso en cualquier momento sin dar
explicaciones.
Generalmente,
es un juez quien hace el nombramiento de un coordinador de parentalidad.
¿Uno
de los principales valores que aporta la coordinación a la
sociedad es el ahorro de procedimientos judiciales en separaciones de
alta conflictividad, ahorro que es tanto económico como de
desgaste emocional. Esta constatación evidente, ya dispone
de
algún estudio que lo pueda dimensionar?
Hay
varios estudios que han confirmado este hecho, como la misma
investigación del proyecto piloto en Montreal.
Otros
estudios como el de Henry, Fieldstone, & Bohac (2009) y el de
Fieldstone et al. (2011) concluyen que la participación en
un
proceso de coordinación de parentalidad reduce el
número
de comparecencias, tanto relacionadas con los hijos como de otros
temas, después de que se haya designado un coordinador de
parentalidad. La cantidad de tiempo que los juzgados dedican a
gestionar estos casos se reduce de manera significativa (Brewster,
Beck, Anderson, & Benjamin, 2011). Un estudio de grandes
dimensiones realizado el 2016 por Serpil Ergun, Magistrado en jefe del
Juzgado de la División de disputas comunes de relaciones
domésticas del Cuyahoga County en Cleveland, Ohio,
demostró que había una fuerte
asociación entre la
coordinación de parentalidad y menos litigios, que
declinaron
significativamente después de que se designara un
coordinador de
parentalidad.
¿Si
el Ministerio de Justicia de Canadá asumió los
costes
económicos de los procesos de coordinación de
parentalidad, quien los asume una vez finalizado el proyecto piloto?
Esta
es una pregunta muy importante dado que muchos estudios han concluido
que el costo relacionado con este servicio es un tema importante y
preocupante en el momento en que los distritos judiciales consideran la
posibilidad de implementar la Coordinación de parentalidad.
En
Montreal, uno de los factores que afectó el éxito
de la
intervención estaba relacionado con el hecho de que los
progenitores dejaran de participar cuando habían utilizado
las
40 horas de servicios gratuitos.
Los
investigadores propusieron que también se tomara en
consideración la vía para acceder a este
servicio, ya
fuera siguiendo el protocolo definido por la mediación
familiar
o bien las reglas que regulan la asistencia jurídica
gratuita.
También sería posible que las tarifas asociadas a
este
servicio se determinen en base a los ingresos anuales de los
progenitores en una escala predeterminada. El mismo estudio de Ohio
mencionado anteriormente llegó a la conclusión de
que la
coordinación de parentalidad no se debería
ordenar si los
progenitores no se la pueden permitir. Y recomendaban un programa de
coordinación dentro del juzgado, que podría ser
más asequible que el modelo de proveedores
privados.
¿Por tanto,
el ahorro quien lo capitaliza? ¿Las administraciones
públicas, las familias, ambas, o ahorran en factores
diferentes?
No
hay duda de que la administración pública y el
Ministerio
de Justicia son los grandes ganadores en el ahorro de costes. En
Quebec, el coste de poner en funcionamiento una sala en el juzgado
supone un coste de entre 10.000 y 15.000 dólares diarios.
Como
demuestran muchas investigaciones y funcionarios públicos,
las
familias con un alto nivel de conflicto pueden utilizar una cantidad
excesiva de recursos judiciales en batallas de litigios
tóxicos.
Se estima que el estudio piloto de dos años a Montreal
ahorró al Ministerio de Justicia varios cientos de miles de
dólares haciendo que los progenitores hablaran sobre los
hijos
con un coordinador de parentalidad y éste los disuadiera de
ir a
resolver los problemas en el juzgado. Por extensión, cuando
tenemos en cuenta el coste legal acumulado, y a menudo exagerado, de
los litigios en curso, los padres pueden ahorrar muchísimo
si se
les da una alternativa como la coordinación de parentalidad,
preferiblemente antes no se convierta en un conflicto intratable.
Asimismo,
la coordinación de parentalidad puede ser costosa para los
progenitores sin recursos o aquellos que han utilizado todo su dinero
en el momento en que se designa un/a coordinador/a de parentalidad.
En Quebec, ¿aún es
necesario promocionar la figura del PC o se conoce
comúnmente?
Cuando
se inició el proyecto piloto de coordinación de
parentalidad, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de
Montreal era uno de los principales partidarios del proyecto. El actual
asistente del presidente de Justicia fue uno de los jueces competentes
para varios de los casos del proyecto. Sin embargo, la
mayoría
de los magistrados y profesionales en el ámbito legal tienen
poco conocimiento o comprensión del servicio y de
cómo
utilizarlo.
Para
solucionar esto, se creó un comité de
reflexión
tripartito (los colegios profesionales de la Psicología,
Trabajo
social y Abogacía) para elaborar recomendaciones y
establecer
las directrices adecuadas.
Se
decidió trabajar para intensificar los esfuerzos para
informar y
sensibilizar a jueces, abogados y evaluadores de los proyectos de
guarda (custodia) sobre coordinación de parentalidad y la
existencia de una lista de profesionales (psicólogos,
trabajadores sociales y abogados) que han realizado la
formación
adecuada y están disponibles para aceptar los mandatos.
En
Florida, Fieldstone et al (2009) concluyeron que todos los actores en
el proceso -jueces, magistrados, abogados, fiscales, mediadores y
evaluadores de la guarda/parentalidad- deberían tener una
comprensión bastante completa del rol y la forma en que
funciona
el proceso.
¿Hay
que promover que los jueces puedan dictaminar la obligatoriedad de un
proceso de CP (tal como sucede en varios estados de los Estados Unidos
de América) o es positivo para la CP que un juez
sólo lo
pueda aconsejar y que las familias asuman el proceso de CP como una
opción voluntaria?
En
todas las provincias de Canadá y en la mayoría de
los
estados de los Estados Unidos, los jueces no tienen poder para imponer
un mandato de CP a los progenitores y son ellos los que tienen que dar
su consentimiento. Algunos estados (Idaho, Oregon, Oklahoma, North
Carolina, Luisiana, Colorado, Minnesota, Florida y Texas) reconocen la
coordinación de parentalidad en sus estatutos. En ellos
definen
los parámetros dentro de los cuales se puede emitir un
mandato,
mientras que muchos otros no tienen estas pautas y confían
en
los jueces asignados al caso para definirlo en la resolución
judicial. En Canadá, Montreal y Ontario no disponen de estos
estatutos mientras que la British Columbia sí que lo tiene.
La
mayoría de los estados con estatus (como North Carolina y
Oklahoma) permiten que un juez ordene una coordinación de
parentalidad sin consentimiento de los progenitores sólo
después de haber decretado el divorcio invocando los parens patriae,
es decir el poder de control del Estado sobre la potestad parental y la
guarda en el mejor interés para el niño. Sin
embargo, las
citas hacen que los mandatos sean vulnerables a los retos como lo
atestiguan en Pensylvania y Massachusetts. California, por otra parte,
requiere el consentimiento de ambas partes antes de que se designe un
CP debido al hecho de que la designación se realiza en
virtud de
un estatuto designado para "Special Masters" y que requiere el
consentimiento de los progenitores.
Cómo
se gestiona la intervención del CP cuando la
petición
proviene de la esfera privada y no a través del sistema
judicial? El coordinación de parentalidad recibe el mismo
apoyo
de jueces y magistrados?
Las
quejas a las comisiones éticas profesionales y las demandas
civiles son el principal freno para los profesionales que quieren
ejercer o continuar ejerciendo como coordinadores de parentalidad. Hay
pocos tribunales que ofrecen la inmunidad de ser procesados (Colorado
para coordinadores de parentalidad con capacidad para decidir). Esto
hace que los coordinadores de parentalidad deben asegurarse de que
cuentan con el seguro de protección civil profesional
además de un buen apoyo legal.
Cuando
una designa viene de del juzgado y los estatutos específicos
están implementados, las quejas van dirigidas generalmente
al
juez competente. Esta debería ser la vía aunque
no haya
la regulación. Pero, cuando el coordinador de parentalidad
viene
designado por los mismos progenitores (con o sin abogados involucrados)
no hay tal protección y los profesionales de la
coordinación de parentalidad quedan solos para gestionar
este problema.
Connie Capdevila
Col. 8311
Sección
Alternativas para la Resolución de Conflictos