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Del diván y del escenario a la pantalla |
SECCION:
PsiNotes
// PUBLICAT 10/04/2014 17:48:00 |
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Raúl Vaimberg
Nacido en la ciudad de
Buenos Aires. Médico (1979), Psiquiatra (1985).
Psicodramatista, Psicoterapeuta de grupo y Psicoanalista.
Máster en Sociedad de la Información por la
Universitat Oberta de Catalunya (2006). Doctor en Psicología
por la Universidad de Barcelona (2010). Miembro de la International
Association for Group Psychotherapy and Group Processes. Miembro de la
Federación Española de Asociaciones de
psicoterapeutas (FEAP). Director de “GRUP, espai de
psicoteràpia, treball corporal, comunicación y
creativitat”, Institución destinada a la
atención la docencia y la investigación en salud
mental.
Introducción
En los últimos 20 años se han producido grandes
transformaciones en los medios de comunicación, en las
modalidades de comunicación humana, de las relaciones
intersubjetivas y de las representaciones que tenemos de nuestra
relación con los otros y con nosotros mismos.
En estas nuevas configuraciones comunicacionales se hace evidente el
permanente flujo entre los escenarios virtuales y los presenciales o
físicos. Podemos estar conectando con skype (videollamada),
recibir un whatsapp (foro asincrónico), un e-mail,
participar en foros o en diferentes redes sociales estando presentes en
diferentes pantallas. Los jóvenes son capaces de estar
conectados en múltiples pantallas al mismo tiempo y
simultáneamente relacionarse presencialmente. En los nuevos
encuadres psicoterapéuticos, hemos aprendido a combinar
sesiones presenciales con: sesiones de psicoterapias online
individuales o grupales, sincrónicas y
asincrónicas, textuales, con imágenes, con sonido
y con plataformas de creación colaborativa.
La experiencia de familias repartidas por el mundo en las cuales
abuelos, hijos y nietos se comunican por skype desde tres continentes
comienza a ser habitual. Son experiencias frecuentes las de los
pacientes que se trasladan durante semanas o meses por cuestiones
profesionales, de estudio o familiares. Hay bastante experiencia con
seguimientos o psicoterapias por e-mail o por teléfono.
Comienzan a ser más comunes de lo que se publica las
psicoterapias de dos sesiones semanales una por skype y otra presencial
o diferente combinación con pacientes que tienen
dificultades en su capacidad de trasladarse físicamente o
con el tiempo que pueden requerir para llegar al despacho del
psicoterapeuta. Últimamente hemos desarrollado psicoterapias
grupales online de corta y de larga duración con excelentes
resultados. También se han realizado tratamientos de pareja
y de familia en familias completas o con alguno de sus integrantes
desplazados geográficamente. Hay extensas experiencias con
grupos de formación, grupos de trabajo, supervisiones y en
el desarrollo de investigaciones que pueden fácilmente
integrar equipos y bases de datos provenientes de diferentes
instituciones o países.
Ya desde hace un tiempo venimos observando claros avances en los
resultados obtenidos con pacientes diagnosticados de
patologías borderline o trastornos de personalidad, cuando
utilizamos encuadres mixtos virtual-presenciales.
En cuanto a las nuevas
tecnologías de la información y la
comunicación
aparecen críticas sobre su capacidad de producir
desubjetivización,
banalización, hiperconexión y aislamiento. Nos
preguntamos si ¿podemos
encaminar o enriquecer estos nuevos fenómenos de
comunicación mediada
tecnológicamente en la línea de la
intersubjetización, de la
transformación social y de nuevos paradigmas sobre el poder?
También si
¿estamos frente al desarrollo de una nueva modalidad de
totemismo, en
el cual el tótem es sustituido por los soportes
tecnológicos de la
comunicación online y el grupo tribal por la vivencia del
continuum
experiencial de la vida en el espacio físico y la vida en la
pantalla? |
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¿Qué es lo nuevo? pensamos que la velocidad y
simultaneidad en la transmisión de información a
través del planeta genera una nueva fisiología y
geografías deslocalizadas espacialmente. En la
psicología de las masas freudiana la comunicación
de masas se organiza en torno a la figura de un líder
narcisista y autoritario, aunque aparece la fratria como la forma
natural de evolución de la figura de padre todopoderoso. La
instalación de la fratria en la estructura social
sustituyendo al padre-tótem con el soporte de una
infraestructura tecnológica horizontal,
constituirían las bases de un nuevo totemismo informacional
(Vaimberg 2012).
Las nuevas transformaciones sociales se producen en un
híbrido de ciberespacio y espacio urbano, es lo que Castells
(2012) denomina el espacio de la autonomía (movimientos
sociales iniciados en el ciberespacio y cristalizados en plazas urbanas
de alto contenido simbólico como la Plaza Catalunya o la
Plaza del Sol en el reciente movimiento de los indignados o la plaza
Tahrir en el Cairo). En las plazas públicas ubicadas en los
nuevos ombligos de la ciudad confluyen virtualmente las aldeas
globalizadas.
En las transformaciones producidas en psicoterapia, el ciberespacio es
un hibrido virtual-presencial. Los movimientos suelen comenzar en las
redes virtuales, pero se convierten en momentos transformadores al
ocupar el espacio físico de la relación
terapéutica presencial. Y viceversa, los movimientos
iniciados en la relación terapéutica presencial,
se internalizan en el espacio virtual, cercano al espacio interior,
siempre que no esté saturado de información.
¿Porque el
interés en las psicoterapias e intervenciones mediadas
tecnológicamente?
Definimos como psicoterapias o intervenciones mediadas
tecnológicamente a aquellas que respondiendo a los objetivos
de la psicoterapias o de las diferentes intervenciones en salud mental
lo hacen utilizando las tecnologías de la
información y la comunicación (TICs). Son los
pacientes los que nos han ido llevando por este apasionante camino,
enseñándonos lo que había que hacer,
cómo y cuándo. Vivimos en un espacio mixto online
presencial, los más jóvenes lo viven con mayor
implicación, probablemente con mayor habilidad para
discriminar la pertinencia de cada uno de los encuadres posibles,
aunque también con mayores riesgos agregados. Actualmente en
salud mental pública, creo que las intervenciones mediadas
tecnológicamente en el campo de la prevención, la
atención y la organización, constituyen los
recursos con mayor capacidad de acceso y menor coste
económico con los que podemos contar.
Me pregunto cómo serán las psicoterapias dentro
de 10 años y creo identificar en estas nuevas modalidades de
intervención los reflejos del futuro. Los niños y
los jóvenes viven activamente en las pantallas
¿será parte de nuestra responsabilidad
acompañar estos procesos de transformación,
cuidando, aportando y aprendiendo de ellos?
¿Cuáles
son las transformaciones en el encuadre de las psicoterapias online?
La redefinición del encuadre espacio temporal que requiere
el traslado del diván y del escenario a las pantallas merece
algunas reflexiones. En primer lugar, vivimos un proceso de fuga del
diván y de la palabra a la acción, una
acción contra el cuerpo, destructiva o tóxica.
Por otro lado la reproductibilidad tecnológica y la
fragmentación y saturación de
información, desubjetivizan y restan sentido a los
escenarios que sufren una pérdida de espesor de significado
y de capacidad representacional. Un buen ejemplo de ello nos lo relata
en esta pequeña viñeta el director de cine Steven
Soderbergh (2013).
“En un vuelo entre New York y Burbank que duraba cinco horas
y media, mi vecino de asiento estuvo mirando en una pantalla media
docena de acciones a las cuales les había eliminado todo
tipo de diálogos y narraciones. Repetía
indefinidamente esta secuencia sobre temas extravagantes,
mutilaciones y pornografía”.
Las psicoterapias e intervenciones mediadas tecnológicamente
intentan recuperar en la pantalla el discurso, la intersubjetividad y
la capacidad de transformación y si el discurso ha sido
eliminado intentan crearlo. Decía hace unos días
un paciente joven, aislado e hiperconectado a la pantalla:
“Para mí la experiencia es vivida en
múltiples fragmentos, que cambian rápidamente
como a golpes y siento un tremendo desgano”. Se le propuso
además de una sesión semanal presencial, publicar
un post diario en un foro textual bipersonal creado
específicamente para tal situación
terapéutica.
Observamos el ‘sentimiento de extrañeza’
delante del aparato, tal como lo describe Pirandello, hablando del
actor, este sentimiento de extrañeza es en sí del
mismo tipo que la extrañeza del hombre delante del espejo,
aunque ahora el espejo puede ser trasladado al público. El
que ahora denominamos ‘espejo
tecnológico’ es el producido por las pantallas
conectadas por Internet y con unas características
especiales: reproductibilidad tecnológica de texto, imagen y
sonido, capacidad de memoria y autoedición, funcionamiento
como hipertexto y en red a nivel global.
En cuanto a la ‘reproductibilidad
técnica’ Walter Benjamin (2011), en 1936, analiza
las
transformaciones sufridas en el arte a partir de la reproductibilidad
tecnológica de la obra y especialmente en las
transformaciones acontecidas en el pasaje del teatro al cine. Comenta
que uno de los riesgos que genera es el de la estéril copia
del mundo exterior. En la psicoterapia online, uno de nuestros
desafíos es que las producciones e intercambios de
producciones adquieran características de intersubjetividad,
intimidad y creatividad.
Antiguamente, en la era preinternet, el que la obra fuera mostrada por
un aparato, resaltaba la importancia del montador de la obra y que el
actor perdiera en parte la posibilidad de adecuar su
interpretación al público. En la era de Internet
es posible realizar una autoedición o montaje de la obra y
la comunicación persona a persona recupera la posibilidad de
que el discurso sea regulado por la presencia del otro.
El espacio ‘deslocalizado’ permite coincidir en la
pantalla estando ubicados en diferentes espacios del planeta y
también en diferentes tiempos (asincronía y
sincronía en la comunicación).
El espacio ‘fluido’ que utilizamos en los entornos
virtual-presenciales requiere una conceptualización de un
espacio que se traslada de la virtualidad a la presencia y de la
presencia a la virtualidad atravesando diferentes pantallas y
escenarios. En la pantalla se produce un continuo entre el espacio
interior y el espacio exterior (la pantalla es un espacio transicional
interior-exterior, realidad-fantasía, yo-otro).
Gabbard (2001) escribe que el espacio virtual tiene mucho en
común con el espacio transicional, en el sentido de que no
es verdaderamente interno, pero vincula algo entre la realidad exterior
y el mundo interno. Cuando nos sentamos frente al ordenador somos
ambos, reales y no reales. El tiempo es ‘atemporal’
en el texto y en la imagen digitalizados y registrados en la memoria
del ordenador. Pasado presente y futuro pueden editarse o re-editarse
de diferentes maneras.
En resumen, las características de este nuevo encuadre son:
tiempo atemporal y espacio deslocalizado y fluido que implican un
diferente tipo de conciencia y de mecanismos de elaboración.
Espacio vacío y de libertad, cuerpo cómoda y
estáticamente ubicado, sentimiento de extrañeza y
características de espejo tecnológico.
¿La
psicoterapia online tiene indicaciones de elección?
Consideramos indicaciones de elección de la psicoterapia
online cuando los pacientes requieren realizar desplazamientos
geográficos durante tiempos moderadamente prolongados, o
cuando presentan problemas para el desplazamiento físico o
geográfico que impiden o dificultan el desarrollo de una
psicoterapia presencial. En limitaciones sensoriales como la sordera o
la ceguera. En ciertos diagnósticos particulares y con
diferentes encuadres como en algunos cuadros fóbicos,
patologías fronterizas, problemáticas adictivas,
trastornos alimentarios, o situaciones de extrema dependencia. En la
prevención y particularmente en la adolescencia y problemas
de la infancia.
En general en las diversas indicaciones de la psicoterapia presencial
pueden estudiarse específicamente los beneficios de
diferentes combinaciones de psicoterapia presencial y diversas
modalidades de abordaje mediado por tecnologías.
Concluimos el presente artículo considerando que a pesar de
la rapidez de las transformaciones descriptas y del desconcierto que
generan en los profesionales de la salud mental, tenemos confianza en
el futuro de las psicoterapias mediadas tecnológicamente y
en las nuevas generaciones que crecen en medio de estas profundas
transformaciones psico-socio-tecnológicas. Los
psicoterapeutas en general no deberíamos quedarnos fuera de
estas transformaciones, por un lado porque los niños y
jóvenes que ahora están creciendo utilizan las
tecnologías como forma habitual de comunicación y
por el otro lado porque en el ciberespacio, el inconsciente se expresa
y la escena encuentra un lugar privilegiado para desarrollarse y para
llegar a insospechadas dimensiones de la humanidad. Pero es necesario
que haya interlocutores especializados del otro lado de la pantalla
para que los sentidos profundos que allí se manifiestan
puedan formar parte de las transformaciones constructivas de nuestro
mundo.
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