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III Congreso Nacional de Inteligencia Emocional y I Congreso Iberoamericano de Inteligencia Emocional |
SECCION:
El col·legi informa
// PUBLICAT 05/07/2016 14:48:00 |
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Tras el éxito de los dos congresos nacionales, realizados en
los años 2012 y 2014, el Grupo de Trabajo de Inteligencia
Emocional del Colegio Oficial de Psicología de
Cataluña (COPC), presenta este año el III
Congreso Nacional de Inteligencia Emocional, y como novedad, el I
Congreso Iberoamericano de Inteligencia Emocional. En esta
ocasión, como elemento distintivo, centraremos la
atención principalmente en el impacto social que comporta el
estudio y puesta en práctica de la Inteligencia Emocional
(IE) en nuestra cotidianidad. Este encuentro científico se
realizará en Barcelona, España, los
días 3, 4 y 5 de noviembre de 2016.
En la primera edición se exploraron los principales modelos
existentes sobre Inteligencia Emocional, los avances en cuanto a las
aproximaciones disponibles para su evaluación y se
identificaron los principales ámbitos profesionales de
intervención. En la segunda edición, se
continuó profundizando en los últimos avances, y
se puso el foco en el beneficio de la Inteligencia Emocional en la
intervención en psicología clínica, en
la infancia y la adolescencia, en proyectos de carácter
social y, también, su aplicación en
oncología, el acoso laboral, entre otros.
Durante esta tercera edición, además de mantener
los espacios para compartir y conversar sobre la Inteligencia Emocional
en España, tendremos la posibilidad de conocer experiencias
de otros países de Iberoamérica, para
así promover sinergias intercontinentales que contribuyan a
la consolidación de la Inteligencia Emocional como un
elemento esencial para el desarrollo y bienestar humano, de necesario
abordaje para la vida de hoy en nuestros países.
Así mismo, se debatirán sobre temas de
actualidad como el intrusismo profesional, la red solidaria, la
aplicación de la IE a las tecnologías digitales,
etc.
Los objetivos que orientarán nuestro congreso son:
1. Avanzar en los aspectos teóricos del concepto.
2. Presentar los últimos avances en cuanto a los
métodos e instrumentos para la evaluación de la
Inteligencia Emocional.
3. Mostrar el impacto de la Inteligencia Emocional en los distintos
ámbitos de aplicación: sanitario, educativo,
social, organizacional, deportivo, etc.
4. Ofrecer un espacio de trabajo donde vivir y afianzar el desarrollo
de las habilidades emocionales de Inteligencia Emocional.
Así, el III Congreso Nacional de Inteligencia Emocional y I
Congreso Iberoamericano de Inteligencia Emocional pretende ser el punto
de encuentro referente para los científicos y profesionales
que quieran fomentar y poner en común las investigaciones e
intervenciones recientes.
La Inteligencia Emocional como concepto surgió hace pocas
décadas, y su campo de investigación es
todavía muy joven, pero prometedor. En
Iberoamérica, la comunidad científica sigue
investigando y desarrollando este tema motivada también por
los acontecimientos sociales y políticos que hacen que
tomemos conciencia de la importancia de aumentar nuestra
comprensión de las emociones humanas, así como de
la necesidad de fomentar su adecuada gestión en los
diferentes ámbitos de la vida.
En estos últimos años, no sólo estamos
viviendo una crisis económica sino también una
crisis de valores que está afectando a las
dinámicas entre personas, tanto a nivel familiar como
social. Esta situación impacta a nivel mundial y genera una
serie de conflictos en los que un mayor desarrollo de la inteligencia
para gestionar las emociones podría contribuir a mitigarlos
y afrontarlos de forma más adecuada. Por dicha
razón, el concepto de Inteligencia Emocional
también despierta interés en el
público en general y no sólo entre la comunidad
científica y profesional.
En la sociedad actual se están produciendo numerosos avances
tanto sobre la teorización y evaluación del
concepto como en su aplicación práctica. Por
ejemplo, diferentes estudios demuestran que las personas con
mayor Inteligencia Emocional experimentan mejor bienestar y
satisfacción con la vida, cuentan con más y
mejores relaciones sociales, y se sienten más felices. Es
decir, la Inteligencia Emocional está relacionada con el
bienestar y el ajuste psicológico de las personas. Puesto
que se trata de un conjunto de habilidades que son fundamentales para
desarrollar competencias intra e interpersonales, constituye
también un factor de protección frente a diversos
trastornos físicos y mentales.
En el ámbito de la práctica clínica,
se ha demostrado que las personas con diferentes
psicopatologías presentan menos habilidades emocionales que
la población general. Se ha comprobado que cuando se da una
mejora en estas habilidades , se produce una disminución en
la sintomatología clínica y el sufrimiento
padecido.
En el ámbito familiar, cabe resaltar la importancia
del desarrollo emocional de los miembros de la pareja en su
función como padres y en el clima emocional que generan. La
familia es esencialmente el primer y principal espacio de
aprendizaje emocional, es el contexto más
importante en el cual las competencias emocionales de los
niños se forjan y donde es fundamental que se construyan los
modelos apropiados para regular sus estados emocionales de un modo
efectivo para crear un clima favorecedor.
En el ámbito laboral y de las organizaciones, la
Inteligencia Emocional también tiene un papel fundamental,
por su contribución en los procesos de valoración
y toma de decisiones, en el liderazgo, en la innovación, en
la creatividad y en las relaciones interpersonales (o trabajo en
equipo); nos permite afrontar mejor los cambios, resolver conflictos,
gestionar dinámicas grupales, etc. Se puede decir que el
interés de la Inteligencia Emocional en este campo radica en
su incidencia en la motivación, en el aumento de la
productividad, en la percepción de auto-eficacia y en la
satisfacción laboral.
La IE ha tenido un gran impacto en el ámbito
académico y cada vez se implantan más programas o
propuestas de intervención en las escuelas. Los estudios
señalan que el desarrollo de competencias socioemocionales
contribuye a la adaptación social y académica,
actuando como facilitador del pensamiento, ya que el trabajo cognitivo
implica la capacidad de utilizar y regular las emociones para favorecer
la concentración, regular la impulsividad y gestionar el
estrés. Además actúa como factor
protector para la prevención de problemas
psicopatológicos, fomenta relaciones sociales más
sanas y reduce la incidencia de conflictos interpersonales y
el acoso escolar o bullying.
En el ámbito deportivo, la Inteligencia Emocional ha sido
revalorizada en la investigación de la actividad
física y la salud. Existen estudios que han dibujado un
conjunto de cualidades psicológicas que representan al
deportista, tales como la motivación y el compromiso, el
control de la atención, la concentración, el
control de la ansiedad, el establecimiento de objetivos, la
visualización y la planificación de
entrenamientos.
En conclusión, el creciente interés social y
científico en el estudio, desarrollo y
divulgación de la Inteligencia Emocional ha suscitado la
necesidad de generar un punto de encuentro donde científicos
y profesionales de países iberoamericanos puedan compartir y
debatir sobre este apasionante y prometedor campo de conocimiento.
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