EL USO DE LA HIPNOSIS EN
ESPECTÁCULOS DE TELEVISIÓN
Ante la reciente
emisión de
programas en los que se utiliza la hipnosis como
espectáculo, queremos alertar a
la población de que el mal uso de la hipnosis puede generar
incluso perjuicios
para la salud de los usuarios, por este motivo informamos de lo que
está
sucediendo con el uso de la hipnosis en programas de
televisión, como es el
caso de “1, 2, 3, Hipnotízame”, en
Antena 3, a cargo de Jeff Toussaint, quien
se presenta a sí mismo como “ilusionista e
hipnotista” (http://jeffismagic.online.fr/). Y también el programa
“Sálvame de Luxe” de Telecinco, a
cargo de Ricardo Bru, quien se presenta a sí mismo como
“hipnoterapeuta,
parapsicólogo e investigador”, y que ya fue
criticado en el 2002 por el Grupo
de Trabajo de Hipnosis Psicológica del Colegio de
Psicólogos de la Comunidad
Valenciana a raíz del programa Flash
Back
(http://www.grupohipnosiscopcv.es/wordpress/actividades-del-grupo-de-trabajo-de-hipnosis-psicologica/informes/informe-sobre-el-programa-de-television-flashback).
En ambos programas
se están
promoviendo algunos mitos sobre la hipnosis, siendo algunos de ellos
muy
iatrogénicos, o dicho de otra manera, peligrosos (Capafons,
1998 ),
como es el caso de:
●
El hipnotizado está bajo el control del
hipnotizador, cuando contrariamente,
la hipnosis es una técnica que fomenta el auto-control.
●
El hipnotizado realiza de manera involuntaria
aquellos actos que
le pide el hipnotizador (el Cordobés en el programa de Nuria
Roca, se levanta y
ríe cuando el hipnotizador se lo pide). Cuando,
contrariamente, la persona
hipnotizada puede interferir con las sugestiones que no le agraden,
controlando
la situación hipnótica si así lo desea.
●
El hipnotizado está dormido. Se conoce
desde hace más de 50 años,
que la persona hipnotizada está despierta y muy activa (en
estos programas se
les induce la hipnosis haciéndoles caer de una manera
teatral). Aquí se fomenta
el mito de que la hipnosis es sueño y la persona no recuerda
nada de lo que
ocurre durante ella.
●
La persona hipnotizada no recuerda lo que hace
bajo hipnosis, éste
fenómeno es muy infrecuente, afecta a no más del
1,5% de las personas
hipnotizadas, y depende de su capacidad de amnesia, no de la hipnosis,
por lo
que el 98,5 % de las personas hipnotizadas no solo no olvidan, si no
que
recuerdan perfectamente todo lo que hacen (los participantes dicen no recordar lo que ha
sucedido).
A lo largo
del programa “1, 2, 3, hipnotízame”, se
repite en varias ocasiones que el
hipnotizador Jeff Toussaint, ha estado preparando a los hipnotizados,
seguramente ensayando los trucos que se realizaron en el
plató, aun así se
continúa fomentando por parte del hipnotizador, hipnotizados
y presentadores
del programa la hipnosis como magia, algo que sucede sin el
mínimo esfuerzo.
Por
otro lado, la información sobre las regresiones
hipnóticas que se vierten en el
programa Sálvame de Luxe, aseguran al telespectador que:
●
Con
la regresión hipnótica se puede conocer la verdad
de lo que ocurrió en el
pasado, y descubrir lo que realmente pensaba, sentía,
hacía, etc. tal como se
pretende hacer con Olvido Hormigos de una manera también muy
teatral.
Hemos
de tener presente que los resultados experimentales muestran que la
hipnosis no
incrementa ni el recuerdo, ni la precisión, pero
sí incrementa la confianza en el recuerdo, por lo que este uso de la hipnosis
puede generar el desarrollo de recuerdos que no existieron (abusos
sexuales,
rituales satánicos, abducciones extraterrestres, o incluso
de haber adquirido
problemas psicológicos en vidas pasadas) que pueden ser muy
graves para la
persona. Es muy importante, antes de
someterse a un tratamiento que utilice hipnosis, conocer si el
terapeuta está
capacitado para resolver ese problema sin hipnosis (por
ejemplo que sea
psicólogo si hay que tratar un problema
psicológico o médico si el problema
así
lo requiere).
Además,
hay
que tener en cuenta que la hipnosis es
una prestación sanitaria reconocida por el Real Decreto 63/95,
tal y como
se refleja en el informe de la Asesoría Jurídica
del Ilustre Colegio Oficial de
La Psicología de Las Palmas, sobre el uso de la hipnosis
clínica en España, de
1 de marzo de 2013 (http://www.hipnosislaspalmas.com/),
la AAHEA en el 2013 (http://www.aahea.net/informe-hipnosis-en-sistema-nacional-salud/)
y el mismo Colegio Oficial de Psicología de
Cataluña el 15 de abril del 2013.
Desde
estos programas, se está contribuyendo a deteriorar la
imagen que se está
ofreciendo de la hipnosis, recordemos, prestación sanitaria,
y perjudicando
seriamente a un procedimiento con un considerable apoyo
empírico que demuestra
su efectividad como coadyuvante, entre otros, a diversos tratamientos
psicológicos y médicos. Pero a quien se perjudica
realmente es a los usuarios y
pacientes ya que estos pueden buscar una hipnosis ineficaz (como la que
se
muestra en ambos programas) cuando no perjudicial,
y/o rechazar una hipnosis
que puede beneficiar su salud y bienestar. Por lo tanto, una
difusión de la
hipnosis que distorsione, tanto sus aplicaciones, como el conocimiento
científico que se tiene sobre ella, puede fomentar un serio
perjuicio a los
usuarios. Tal y como alerta el Consejo
General de Psicología, División de Psicoterapia. (http://www.infocop.es/view_article.asp?id=6504)
Este tipo de programas, promueven
la consolidación de creencias que fomentan un mal uso, o
incluso un uso
peligroso, de la hipnosis, y
que, además, puede incurrir en la
colaboración con un intrusismo profesional, pues se usa un
procedimiento
considerado prestación sanitaria como una técnica
teatral, utilizada por una
persona no acreditada para poner la hipnosis al servicio de la salud de
la
persona hipnotizada. Fomentando creencias y actitudes que pueden
dificultar el eficaz
y buen uso de la hipnosis en personas que pueden beneficiarse de ella.
Barcelona,
6 de febrero del 2017
Dra.
María José Serrano Fernández
Coordinadora
del Grupo de Trabajo
de Hipnosis Clínica del Col·legi
Oficial de Psicologia de Catalunya
(COPC)
Vocal
de la Asociación para el
Avance de la Hipnosis Experimental y Aplicada (AAHEA)
[1]
Capafons, A. (1998)
Hipnosis clínica: una visión
cognitivo-comportamental. Papeles del
Psicólogo, 69, 71-88.