Entrevista Psicurt, festival de
curtmetratges sobre salud mental: Alba Tejero, directora d'Elegía
Les
entrevistes Psicurt són entrevistes amb els directors dels
curtmetratges que s'hi han presentat a concurs, per conèixer
les seves motivacions inicials, les anàlisis sobre salut
mental que van fer a l'hora d'abordar-la, i els canvis i
transformacions que es van esdevenir durant el rodatge o muntatge
posterior. Escollir la temàtica de la salut mental i
presentar la filmació a un festival canvia alguns
posicionaments apriorístics?
Parlem
amb Alba
Tejero, directora del curtmetratge Elegía,
tercer premi categoria ficció de la II
Edició del PSICURT.
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Elegía
(2016)
Després
de la mort de dues
companyes de classe, la Julia és absolutament
incapaç de sentir cap sentiment
de tristesa. Asfixiada per l’ambient de dol i per un profund
ressentiment,
escriurà quelcom que tindrà greus
conseqüències.
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1.
¿Cómo se te
ocurrió la idea
del cortometraje que presentaste en el Psicurt de 2017?
La idea para Elegía
salió de una necesidad de hablar del tema del acoso escolar
lo más abierta y
honestamente posible. Salió de mi propia experiencia
personal, parcialmente,
pero también de hablar con otra gente que había
sufrido acoso escolar y, sobre
todo, de la experiencia común de no saber cómo
dejar ir el resentimiento que
quedaba una vez ya se había “superado”
esa fase. Es desde ese resentimiento que
empezamos a considerar historias donde eso podría
desencadenar una situación
problemática para la protagonista que le obligara a afrontar
esa amargura y
dolor. Al final, la idea de no poder sentir el duelo con
“normalidad” por ese
resentimiento nos interesó, ya que era algo duro y
difícilmente digerible que
nos permitía hablar de lo que realmente me interesaba: el
efecto psicológico
que tenía el acoso escolar más allá
del acto en sí mismo. Porque, para mí, esa
es la parte que poca gente ve y donde realmente más afecta.
El hecho de que
algo que te ha pasado en tu infancia o adolescencia, lo acabas
arrastrando
psicológicamente hasta tu vida adulta y afecta tu
relación afectiva y emotiva
de una manera muy desestabilizadora.
2.
¿Qué retos
supone para un realizador audiovisual tratar temas sobre salud mental?
Lo
más obvio es que, para muchos, es complicado diferenciar
entre
problema relativo a la salud mental y locura. El estigma alrededor de
este tema es aún muy fuerte y cuesta hablarlo sin entrar en
términos despectivos y simplistas. En este caso en concreto,
fue
difícil vender la idea de que no habría una
confesión final; que el problema mental de la protagonista
la
paraliza tan totalmente que no es capaz de actuar. Tuvimos que luchar
para mantener ese final y que se entendiera que esa incapacidad nace de
un problema muy duro y no de su cobardía ni de su crueldad.
Además, a nivel de proceso de escritura, fue complicado
encontrar la manera de hacerle entender a la gente que todas sus
acciones cuestionables nacen de una frágil salud mental
causada
por ataques externos durante un periodo prolongado y no porque ella
estuviera loca ni fuera “mala”.
Al final, fue cuestión de
luchar para evitar estigmatizar la situación de la
protagonista y mantener su
humanidad al completo. Pero también tengo que reconocer que
dentro de lo
difícil que eso podría haber sido, el ambiente de
trabajo en el que
desarrollamos la historia fue increíblemente abierto y
facilitó ese proceso
muchísimo.
3.
El cine y la psicología son dos disciplinas que tienen
puntos en común
(inconsciente de las personas, interpretación, etc.),
¿estos aspectos ayudan a
preparar un nuevo proyecto?
Desde luego, pero creo que
nunca he usado esos puntos en común conscientemente. Cuando
trabajas en
desarrollar un proyecto, te metes en la cabeza de tus personajes, y
todo acaba
saliendo de ahí. Así que creo que el aspecto
más psicológico sale de manera
totalmente inconsciente desde el proceso de creación y
preparación, pero está
ahí igualmente. Es imposible tratar las historias y los
personajes y darles
vida sin realmente considerar sus problemas, sus traumas, su psique,
etc. Ese
es el material base con el que trabajas, y es inseparable con el
proceso de
creación.
A nivel de escritura, por
ejemplo, todas las acciones que le hicimos tomar a nuestra protagonista
nacen
desde entender perfectamente lo que le pasa por la cabeza y como lo
procesa.
Absolutamente todo. Del mismo modo, todo el trabajo de
conceptualización visual
acabó también saliendo de entender como
vería el mundo este personaje y como
percibiría los espacios a nivel psicológico.
4.
¿Cómo afrontas el trabajo y la
dirección de actores?
Para mí, todo se resume a
contar una historia. Tener clara cuál es esa historia, y
avanzar desde ahí.
Esto, literalmente, afecta a todos los departamentos y todos los
aspectos del
corto. Incluyendo, efectivamente, la dirección de actores.
En este caso, se
sumaba, además, el conocer íntimamente a estos
personajes y transmitir ese
conocimiento a los actores. Si nos centramos en la protagonista,
interpretada
increíblemente por Mireia Vilapuig, mi principal reto fue
transmitirle lo más
fielmente como se sentiría una víctima de acoso.
Conseguir transmitirle como
piensa ella y porqué reacciona como reacciona. Esa fue la
parte más complicada
realmente.
5.
¿El hecho de participar en un festival de estas
características beneficia al cortometraje
para su posterior recorrido?
Realmente creo que sí. El
hecho de participar en cualquier festival beneficia al corto, pero el
poder
formar parte de uno donde el foco de atención es la
psicología ayuda a que la
gente vea e interprete el corto en términos algo distintos.
Poder hablar de
esta historia desde un punto de vista más
psicológico realmente nos ha ayudado
mucho.
6.
¿Cuál es la lectura que hace el
público una vez visionado el corto?
La verdad es que me he
encontrado con reacciones y lecturas muy variadas. La
mayoría de gente siente
una profunda empatía hacia este personaje, aún y
sus dudosas acciones, ya que
entienden que eso sale de su dolor y su resentimiento.
Pero también me he encontrado
con gente que es incapaz de conectar y que simplemente ven sus acciones
como un
acto de crueldad. Es muy interesante hablar de esto con la gente y ver
hasta qué
punto pueden entender lo que le pasa por la cabeza y conectar con ella
o no.
7.
¿Te planteas seguir haciendo proyectos que se puedan
englobar en el marco de la
salud mental?
Sí, definitivamente. Creo que
es difícil evitar este marco cuando estás
contando una historia, ya que, no
solo es una parte esencial de la mayoría de personajes que
me interesan como
realizadora, sino también es una parte necesaria.
La salud mental, al final, es
algo que nos toca a todos y mantener una conversación
abierta sobre los problemas que podamos tener es complicado, pero
necesario. Y
a través de la ficción es una buena manera de
empezar a entender lo que eso
implica.
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