El pasado jueves día 8 de marzo tuvo lugar la conferencia Com els Mestres poden acompañar al dol organizada por el GT Dol i Pèrdues del COPC. La ponencia fue impartida por Xusa Serra. Xusa Serra es enfermera, especializada en duelo y muerte y licenciada en antropología social y cultural. Es una conferenciante de prestigio y autora, entre otros, del libro I jo, també em moriré?

Serra puso de manifiesto los grandes cambios que ha sufrido la sociedad en relación a la aceptación de la finitud de la vida, a la cultura del cuidar y su transmisión, de los rituales del duelo y su reconocimiento público (guardar el luto). Con esto último las personas podían saber quiénes se podían encontrar en situación vulnerable emocionalmente e incluso el lugar dónde uno se moría, que ha pasado del hogar al hospital con  todo   lo  que  eso  implica.  Alejamiento  de  la 
“muerte” fuera del ámbito familiar y próximo. Así mismo, destaca también la falta de preparación del personal sanitario con respecto a la muerte, se les forma para salvar vidas.

Define el duelo, como el tiempo de dolor emocional natural que experimentan las personas y animales de orden superior frente a cualquier pérdida y en especial frente a la muerte de un ser querido y cuya intensidad y duración es directamente proporcional a la relación con la persona fallecida.

El duelo afecta a las cuatro dimensiones del ser humano: física, intelectual, emocional, espiritual (alma). Todos nacemos con ellas y solamente en las dos primeras podemos tener discapacidades. Nunca en la emocional ni en la espiritual con lo que las personas con discapacidad viven y experimentan las pérdidas de igual forma que el resto. Lo único que van a requerir más tiempo en su integración y en la posibilidad de que lo puedan expresar.

La manera que tiene el alma de expresar su sufrimiento es a través de la dimensión física con dolores de cabezas, taquicardias… y también de la dimensión intelectual con olvidos, falta de concentración… Las personas y también los niños cuando se les explica que todos estos síntomas forman parte del proceso de duelo natural, se tranquilizan y en especial los niños que también sufren mucho. Hay que tener en cuenta que ellos no pueden “coger la baja”, sino que han de continuar con su vida y ritmo de vida normal. Al dolor de la pérdida se ha de sumar el sufrimiento que causa la bajada del rendimiento escolar, que queda como un reflejo de su estado emocional.

Por ello, a la pregunta de cuándo hablar con un niño sobre el duelo, Xusa responde: cuando pregunte. Si los niños no preguntan, es que no quieren saber. Aunque también resalta que los niños pueden llegar a experimentar un gran sentimiento de culpabilidad: ha muerto porque no me he portado bien, porque le he puesto nervioso/a, por la última pelea…

Serra explica la muerte según las etapas evolutivas del desarrollo del niño haciendo mención especial a que los niños reproducen el modelo de la vivencia de la muerte que ven en casa.

Resalta la importancia de la despedida. El despedirse del ser querido se recuerda durante toda la vida, pero el no haberlo hecho, también. La despedida y los rituales que se puedan establecer en las escuelas adquieren gran relevancia para la integración de la pérdida por parte de los compañeros y/o amigos, ayudando también a la “normalización de las lágrimas”. Llorar cura.

Estas y otras muchas cosas más las da a conocer en los talleres (“Ara sí que sé) que imparte en las escuelas.

 

La actividad contó con un gran éxito de público. Hubo muchas preguntas y nos quedamos con ganas de más. Los asistentes se mostraron, así mismo interesados en profundizar sobre este importante tema con futuras actividades.

Los miembros que formamos el GT Dol i Pèrdues nos sentimos satisfechas con el éxito de la convocatoria y planeamos formaciones parecidas para el futuro.

 

Teresa Musolas

Elena Font

Begoña Elizalde, coordinadora

GT Dol i Pèrdues