El jueves 14 de febrero la sala de actos del Colegio se llenó al completo en el acto de presentación de mi libro El dolor es sordo. Me senté y me sentí arropada por seis participantes, dialogando, intercambiando con un público conectado, entregado y emocionado con las palabras que tenían que ver, entre otras muchas cosas, con no silenciar experiencias traumáticas ni dar cobijo al diablo, ya sea que éste se vista de abusador o de enfermedad grave, como en este caso concreto es el cáncer. En cuanto al título, tiene que ver con que el dolor es ensordecedor, no te deja vivir tranquila: es necesario pararse a escuchar su voz ensordecedora para poder transformarlo. Otro significado que le doy al título de sordo es que no te oye ni te puede escuchar cuando tú quieres apaciguarlo y calmarlo; sigue ahí sordo-silencioso-molestando e interfiriendo tu vida... Y es que ¡la vida duele!

Es una obra comprometida social, relacional y personalmente, ya que aparecen varias autorevelaciones (creo que las autorevelaciones son importantes porque permiten al paciente sentir que estamos con él y que trabajamos codo con codo con él). Una de las intenciones del libro es comunicar que del dolor se sale cuando deja de ser sordo, invisible y mudo para darle lugar y reconocimiento social y personal. Este reconocimiento es necesario para que las personas que sufren se sientan dignas. Otra intención es señalar una posición de reconocimiento mutuo y una visión de la intersubjetividad en la que se reconoce a la otra persona como igual, es decir, se accede a la terceridad y se crea espacio para dos.

El acto fue muy completo; consistió en una mesa donde cada participante focalizaba en alguno de los aspectos que consideraba importantes a destacar o compartir del libro, dando como resultado una integración de diversas miradas, y un enfoque amplio, flexible y abarcativo del mismo.


Abrió la jornada Margot Fusté, coordinadora del Grupo para describir qué es la psicoterapia relacional y cómo se trabaja desde esta perspectiva. 

En primer lugar, señaló un cambio de paradigma, partiendo del psicoanálisis clásico en el que se entendía el tratamiento de la “mente aislada”, a la psicoterapia relacional en la que entendemos la “mente intersubjetiva”. 

Otro aspecto que remarcó fue la importancia de dar una especial atención a las relaciones, a los patrones interactivos, ya que desde esta perspectiva, se entiende que regulamos las emociones a través de las relaciones. 

Otro punto importante que se destaca es el contexto del paciente, ya que es el escenario donde se genera el síntoma del paciente. 

Por otro lado, en el trabajo psicoterapéutico desde esta perspectiva, se establecen puentes entre el pasado y el presente con el objetivo de que el pasado no interfiera en el presente del paciente y así ayudarlo a romper círculos repetitivos que le generan malestar. 

Y, por último y no menos importante, se entiende el sufrimiento como un indicador de una detención en el desarrollo emocional de paciente y lo ayudamos a identificar y registrar sus emociones para poderlas transformar. 


Joan Coderch fue el primero en tomar la palabra para, como él mismo dijo, comunicar aquello que le ha hecho sentir o que le ha sugerido el libro, más que hacer un resumen. Es un libro escrito con dolor y sobre el dolor. Y el dolor es creativo, haciendo un guiño al capítulo donde se explica el arte de transformar el dolor y el dolor que se transforma en arte. Coderch cree que alguien que no haya sufrido no puede entender ni ayudar a aquellas personas que acuden al psicólogo/a para aliviar su sufrimiento y malestar. Sin la participación emocional del terapeuta no hay conexión. Las experiencias dolorosas vividas en la primera infancia están registradas en las redes y circuitos neuronales, y nunca desaparecen del todo. Pero sabemos que el cerebro tiene capacidad para crear nuevos circuitos y redes según las nuevas interacciones que se crean con el terapeuta en la díada paciente-psicólogo/a; el principal foco de interés es la relación, la interacción. La finalidad del terapeuta no es la de llevar al paciente a adaptarse a la situación que le rodea, sino la de rebelarse contra una actitud acomodaticia en él mismo, y a rebelarse contra las circunstancias y contextos que sienta injustos para él y para los otros. El proceso analítico es más una inyección de vida que un analgésico, y esto se respira en las páginas del libro de Laura. Escribir es una de las cosas más valiosas de que disponemos, ya que implica un diálogo interno. Liga este comentario con la opinión de la autora de que escribir es una forma de registrar experiencias, una forma de aceptarlas, y de validarlas. Neurociencias, conocimiento relacional implícito...

Un imovie puso una nota de color y sonido, una pequeña muestra visual y musical de la mirada y escucha del Grupo de Trabajo de Psicoterapia Relacional del COPC. Sin los contextos de nuestro "ser" ni las relaciones entretejidas, esto no hubiese sido posible. Los himnos musicales elegidos fueron una pizca de la ópera de Turandot, "Al alba venceré” y otra pizca de música diferente como el rock del "No surrender", "No rendirse". Ópera y rock unidos de forma integrada para dar cohesión y fuerza a nuestra forma de trabajar cuando identificamos experiencias del pasado del paciente para validar la emoción que la acompañó, con la finalidad de que la pueda metabolizar en el presente y así, poder transformar la emoción.
 

Seguidamente se sucedieron ricas intervenciones de comunicaciones de 10' cada una:

Carmen Aranda
En las páginas iniciales del libro aparecen las frases "igualdad... sin ira", "libertad...cadenas de la ira", "himno... sujeto a sujeto". Estas marcan el preludio de lo que nos encontraremos a medida que nos adentramos en los diferentes capítulos. En la lectura queda patente el dolor, sufrimiento y tsunami emocional al que Helen se ve sometida, y cómo ella, sosteniendo su subjetividad, mantiene una lucha sujeto a sujeto. En el libro también queda reflejado cómo en la cultura y sociedad la visión infantocéntrica está muy instalada y la mujer-madre tiene que luchar para ser reconocida al completo. Establece una relación de pareja madura y diferenciada pasa por una evolutiva en la que la dialéctica madre bebé es necesaria y muy presente en la crianza. De lo contrario se establecen relaciones de abuso y poder, en la que la búsqueda del espacio propio por parte del otro integrante de la pareja es vivida como una amenaza desintegrante del propio self; como le sucede al marido de Helen, y ello le lleva a pronunciar la frase: "Conmigo todo, sin mi nada", a lo que Helen reflexiona: "Contigo muerta, sin ti viva". Helen consigue lo que en las frases iniciales nos avanzaba, que era: "Libertad libre de las cadenas de la ira".


Marta Fernández Armengot
En esta presentación hablo de la necesidad de transmitir, de no silenciar experiencias traumáticas
 de la vida y de poder hablar de  emociones dolorosas, con el objetivo de que éstas no se conviertan en un síntoma físico o psíquico.

Cada persona siente dolor en su forma particular de sentirlo, con su historia personal y con las emociones que están relacionadas con él. Relato experiencias personales de mi infancia y de mi vida adulta relacionadas con hechos traumáticos y con la experiencia de haber sufrido una enfermedad tan dura y terrible como es el cáncer.

Hablo del impacto emocional que supone un diagnóstico de cáncer tanto para el paciente como para la familia, de los cambios que conlleva, del proceso oncológico (visitas, pruebas, tratamientos, controles), de la actitud con la que es importante poder encararlos, de las emociones que despierta y de los recursos con los que yo he podido contar para enfrentarme a esta enfermedad y para que el dolor pudiera ser más soportable y compartido.

Explico también que poder soportar nuestras propias experiencias de pérdidas, enfermedades…como terapeutas es imprescindible para poder ayudar al paciente a transformar su propio dolor.

Como psicoterapeuta relacional considero que los psicólogos en nuestras consultas reparamos experiencias de déficit para que el dolor del paciente pueda ser transformado en sufrimiento. Poder identificar, registrar y transformar el dolor es esencial para poder ayudar al paciente, todo ello lo realizamos a través de la palabra, con conexión y comprensión emocional.

Alba Fontcuberta
El libro
El dolor es sordo nos ofrece una reflexión acerca de la vivencia de una enfermedad física como es el cáncer y de una relación de abuso, desde una perspectiva relacional. Por eso mismo este libro nos permite una breve lectura bajo el mismo punto de vista sobre la vida de Frida Kahlo y concretamente sobre los dos tsunamis emocionales que vivió: el accidente de tranvía y su relación con Diego Rivera. Frida encuentra a través del arte la mejor forma de registrar su experiencia, y así poder liberar el sufrimiento que tuvo que soportar a solas durante tanto tiempo. También aprende a lo largo de la relación con Diego a no perderse en el "otro" de una relación, a ser más capaz de sostenerse sola y a integrar sus selfs (lo de antes y lo de ahora). 


Concep Garriga
El treball de la Laura amb la Helen supura dolor de gènere femení, en un entorn patriarcal d'una relació de parella tradicional, i lluita per sortir-ne.
 

Em vaig fonamentar en el model biopsicosocial de Velasco, S. (2006) per veure quines són les condicions de l'emmalaltir, i quines les de la "salut psíquica". 

La Laura anima Helen a que, amb la seva capcitat d'acció (agency), adopti els valors "emancipadors" (world values survey) perquè són els que constitueixen el nucli psicològic del procés d'apoderament subjectiu. No et rendeixis!!! (No surrender! Springsteen, B.,1984) és el missatge encoratjador.


Paco Sainz
Como decía Hanna Segal referido a las situaciones que generan una importante alarma social y en las que todos deberíamos estar comprometidos: "El silencio es el auténtico crimen". Laura Molet nos muestra cómo el dolor infringido es sordo y enmudece a quien lo recibe. Por este motivo es necesario darle voz, vocearlo para que no se quede inmóvil.

Su libro me recordó una escena de la película "Lou Andreas Salomé" en la que su amante, el poeta Rilke reacciona muy mal cuando ella quiere dejar la relación amorosa con él. Rilke le dice a Lou: "No me dejes, porque sin ti no puedo respirar", a lo que Lou desponde: "Pero es que lo que ocurre es que contigo quien no puede respirar soy yo". Considero que el libro de Laura no se trata de una lucha entre fuertes y débiles, sino que a mi modo de ver, los que tienen el poder ejercen su función principal que es debilitar al otro para aniquilar su libertad. Foucault matizó la idea de que el poder necesita de la libertad para ejercer su dominio. Sin embargo creo que es la libertad ejercida con la solidaridad entre iguales lo único que puede debilitar el ejercicio del poder y a los que se creen poderosos. En otro sentido los seres humanos somos biológicamente relacionales y necesitamos pertenecer a alguien que nos cuide y que a la vez este ser nos pertenezca; siendo de alguien podemos llegar a construir nuestra identidad, siempre y cuando nuestros cuidadores respeten nuestra individualidad y libertad.  Cuando se pervierte la vinculación afectiva, la persona puede quedar atrapada en una pertenencia que ejerza una malignización de sí misma. El perverso juega con ello, para someter a su víctima. La importancia de empoderar a aquellas mujeres sometidas al poder del tirano es innegable para el avance de nuestra sociedad; sin embargo debemos tener cuidado con empoderar al otro, creyéndonos empáticos con su sufrimiento. La empatía no está siempre disponible y podemos creernos empáticos sin serlo, por lo que el respeto debe pasar siempre por delante. Como profesionales de la salud mental podemos proporcionar una ayuda en la que la persona tenga las condiciones óptimas para tomar las riendas de su vida, sin forzarla, con cuidado y de forma respetuosa. 

El libro de Molet es un grito de esperanza de cómo el daño puede convertirse en creatividad, siempre que se movilicen las áreas sanas de uno mismo. La creatividad y el jugar son un instrumento y a la vez una finalidad que nos puede llevar a la libertad personal. Como dice Laura Molet en su libro: "Tenemos que ser valientes para vivir con el miedo". 

Donna Orange no pudo asistir al acto. Pero en la introducción del libro dejó escrito que toda paciente abusada y toda paciente con cáncer necesita una analista que pueda escuchar lo que esta autora escucha: dolor, historia, ira, duelo y la posibilidad de coraje. Este texto es un regalo para todo terapeuta y para cada persona que sufre". 




Para finalizar, agradecí tanto a los colaboradores de la mesa como al público asistente su presencia, su entrega, su acompañamiento sentido y compartido ya que la comunión que existió entre todos, oyentes y participantes puso en escena la realidad de la influencia mutua y recíproca que se ejerce en los intercambios relacionales. También pudo constatarse que con humildad-empatía-actitud compasiva-reconociendo el amor del paciente, y con gran sensibilidad para captar sus sensaciones podemos calmar el dolor, amortiguarlo y/o transformarlo. Con el amor no basta, pero sin el amor nada es suficiente, como sabiamente escribió Joan Coderch en uno de sus múltiples libros. Animé a compartir y extender el mensaje de no rendirse nunca al miedo, al terror, al sufrimiento. Y, sobretodo, dar voz al dolor... La sonoridad del dolor. 

Laura Molet y el Grupo de Trabajo de Psicoterapia relacional del COPC
Col 5612