Pseudoterapias y
Musicoterapia
El pasado 13 de noviembre se hizo
público un “plan para la
protección de la Salud contra las Pseudoterapias”
para eliminar las
pseudoterapias de los centros sanitarios y las universidades.
En él se ha
incluido la musicoterapia en el listado de
“técnicas no convencionales con el
sufijo ‘terapia’”,
identificándola con una práctica
pseudoterapéutica. Este
plan identifica la “pseudoterapia”
como una propuesta
de cura de enfermedades, alivio de síntomas o mejora
de
salud basada en
criterios sin el respaldo de la
evidencia disponible. Se
habla del abuso del lexema -terapia
para hablar realmente de bienestar, y del aprovechamiento de
la percepción del término
“terapia” para equipar dicha
intervención
con prácticas legítimas.
Así que, según el
observatorio de la Organización Médica Colegial
contra las pseudociencias, Intrusismo y Sectas Sanitarias, la
musicoterapia,
aunque apta para el bienestar, tiene una evaluación ajena al
campo de la
medicina. El grupo de trabajo de Musicoterapia de la Sección
Clínica del
Colegio de Psicólogos de Cataluña (GTMT)
opinamos que este
Plan se
está desarrollando
sin haber establecido
un diálogo con los actores implicados, ni haber contactado
con ninguna de las
asociaciones de musicoterapia existentes en España. Por lo
tanto, no se ha dado
la oportunidad de aportar informaciones contrastadas para refutar
dichas
valoraciones.
Nos da la impresión que han
incluido la musicoterapia en este
listado sin conocer ciertamente en qué consiste esta
disciplina. La
musicoterapia no busca ofrecer
simplemente un “bienestar” a la persona. El uso de
la música como una
distracción recreativa, para mejorar el ambiente del entorno
de cuidados y/o
elevar el estado de ánimo de los pacientes, no es
musicoterapia.
¿Qué es la
musicoterapia?
En la musicoterapia hay un uso
planificado de diferentes experiencias musicales por un profesional
cualificado. Utiliza métodos que se han investigado para
cumplir con objetivos
clínicos predeterminados que abordan las necesidades de los
pacientes (que
pueden ser físicas, emocionales, cognitivas y /o sociales).
La música en sí
misma no ofrece valor terapéutico, sino su uso como
herramienta por parte del
terapeuta es lo que le otorga dicho valor.
Podríamos poner aquí el
símil
con las intervenciones que usan el diálogo o el habla como
medio de
intervención, nunca diríamos que hablar por
sí solo tiene efectos terapéuticos,
sino que es el uso de técnicas y estrategias que hace el
psicólogo lo que
ofrece el valor terapéutico.
La musicoterapia es una disciplina
muy joven. Como profesión, se configuró en los
Estados Unidos después de la
Primera y la Segunda Guerra Mundial. El primer grado de musicoterapia
se creó
en la Universidad de Michigan en 1944 y la Asociación
Americana de
Musicoterapia se fundó en 1950. En Europa se empezaron a
desarrollar los
primeros cursos de formación en diferentes países
entre los años 60 y 70. Así
como en la psicología, se han ido desarrollado diferentes
marcos teóricos de
trabajo y se ha implementado en diferentes ámbitos dentro
del campo sanitario;
salud mental, en geriatría, en enfermedades
neurodegenerativas, en
rehabilitación neurológica, en el dolor
crónico, en oncología y paliativos, en
neonatología, en trastornos del neuro-desarrollo.
Actualmente en muchos países
desarrollados como EEUU, Reino Unido, Australia, Argentina,
Canadá, Letonia,
Lituania, Finlandia, Austria la musicoterapia está regulada
y reconocida como
una profesión sanitaria.
Rigor científico
Desde el grupo de trabajo de
musicoterapia estamos en desacuerdo en cómo se ha elaborado
el listado de
“pseudoterapias”. En dicho listado se incluyen
terapias que no tienen ningún
respaldo ni razonamiento científico, con otras que, a pesar
de no tener
suficiente evidencia científica robusta, se fundamentan y se
combinan con
ámbitos de conocimiento científico y con los
tratamientos convencionales.
En el planteamiento de la práctica
de la musicoterapia los profesionales guían sus
intervenciones trabajando bajo
los principios de la medicina basada en la evidencia, es decir,
integrando la
mejor evidencia clínica externa disponible de la
investigación sistemática, con
la experiencia clínica individual y las preferencias y
valores del paciente.
Uno de los grandes autores, Bruscia
(1989) define que la Musicoterapia como disciplina es
un cuerpo
organizado de conocimientos y prácticas, esencialmente
relacionado con el
proceso por el cual el terapeuta utiliza la música para
ayudar al paciente a
mejorar o recuperar la salud. Esto implica contar con una serie de
teóricos e
investigadores que generen conocimiento en este campo. La
producción en
investigación ha crecido de forma exponencial durante los
últimos años. Gran
parte de esta investigación es en habla inglesa. A fecha de
hoy se pueden
encontrar hasta 6.691 artículos en revistas indexadas.
En Inglaterra, el National Institute
for Health Care and Excellence (NICE) organismo que ofrece
orientación e
información sobre estándares de calidad en
sanidad, muestra en su página web
recursos para ayudar a maximizar el uso de la evidencia.
Allí se puede
encontrar listadas 1.491 entradas de revisiones
sistemáticas sobre
musicoterapia.
Aunque durante los últimos
años se
ha avanzando considerablemente, en España, son pocos
aún los musicoterapeutas
formados en investigación y que se dediquen a la misma. Un
estudio descriptivo
sobre situación de la investigación en
musicoterapia en España realizado por
Del Moral, Mercadal-Brotons y Sánchez-Prada (2014)
identificó 479 publicaciones
de musicoterapia con participación española;
situación que evidencia una evolución
creciente de las publicaciones en Musicoterapia en lo que respecta,
principalmente, a artículos y comunicaciones a congresos.
Respecto a las Tesis
Doctorales, actualmente, la base de datos TESEO (consultada el 30 de
marzo de
2019) recoge 26 tesis con la palabra
“musicoterapia” en el título.
En el colegio de
Médicos de Barcelona se están
incorporando actividades formativas sobre Musicoterapia desde 2017,
dónde está
despertando un gran interés. También hay un gran
número de profesionales de
entidades socio-sanitarias que han participado en formaciones sobre el
uso de
la musicoterapia aplicado al ámbito sanitario. Entidades
como: el Instituto
Trastorno Límite,
Asociación para la rehabilitación de las personas
con enfermedad mental (AREP),
Fundación privada Les vetes, la
Fundación Privada Àuria (FAP) de Igualada, la Fundación Esclerosis
Múltiple, Afama Pollença
(Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de
Alzheimer), serían algunos
ejemplos.
Cada
vez más programas de grado y programas de máster
de profesiones sanitarias
buscan incluir horas de formación sobre la
intervención con musicoterapia.
Masters como el Máster Oficial de
Neurorehabilitación del Instituto Guttmann y el
Máster de Psicogeriatría de la
Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de
Barcelona, serían un
ejemplo. Así mismo,
facultades de Psicología de la Universidad
Roviri i Virgili,
Universidad de Lleida y la Universidad de Girona han organizado
diversas
conferencias sobre el uso clínico de la musicoterapia.
En Cataluña se pueden encontrar
programas y servicios de musicoterapia en diferentes centros sanitarios
como el
Hospital del Mar, que incluye intervenciones con musicoterapia en la
UCI y en
Oncología; en San Juan de Dios, donde se desarrollan
programas de musicoterapia
en el hospital de niños, adultos y personas mayores; en el
Hospital de Sant Pau
y en ITA- Especialistas
en Salud Mental- se realizan intervenciones
de musicoterapia en Salud Mental, y en el Instituto Guttmann, en
rehabilitación
neurológica. También pueden encontrarse programas
y servicios de musicoterapia
en centros sociosanitarios. La Fundación
Vallparadís, Mútua Terrassa; la
Federación Salut Mental Catalunya (en los centros de Anoia y
Cornellà); el
Grupo ATRA-Atart; Atra –Clínic Salut
Mental Gràcia, Oncolliga- Fundación Liga Catalana
de Ayuda Oncológica,
Fundación Privada Pro-disminuidos Psíquicos
Finestrelles, TEB Vallès,
Asociación Catalana para el Parkinson, Asociación
de Viudas y Viudos de Badia
del Vallès, serían unos pocos ejemplos del
número de entidades ofreciendo
musicoterapia.
Cada vez hay más centros
sanitarios y sociosanitarios que apuestan
por incluir en sus servicios la musicoterapia. La
metodología de intervención
que usan los profesionales, basada en la evidencia, complementa la
intervención
interdisciplinar de los tratamientos netamente convencionales. Desde la
musicoterapia tratamos de obtener conocimiento mediante el
método científico, y
esto no tiene nada que ver con muchas de las 139
“pseudoterapias” listadas.
Regulación
En España actualmente hay una gran
variedad de oferta formativa en
musicoterapia. Algunas formaciones se organizan como estudios
universitarios en
la modalidad de post-grado (título de máster), y
otras se organizan en el
ámbito privado a cargo de asociaciones de musicoterapia y
centros privados de
formación.
En Cataluña existen tres
formaciones de máster, dos de las cuales
adhieren sus diseños curriculares a las directrices
propuestas por la
Federación Mundial de la Musicoterapia (World Federation of
Music Therapy,
WFMT), las pautas para la Convergencia Europea en el Espacio Europeo de
Educación Superior (EEES), y la Confederación
Europea de Musicoterapia
(European Music Therapy Confederation, EMTC).
Desde el GTMT creemos que la musicoterapia no
debería cuestionarse
como disciplina sanitaria, puesto que es una profesión
reconocida en muchos
países desarrollados de nuestro entorno. De hecho, lo que
realmente resulta
necesario y urgente es una regulación para garantizar
consistencia, rigurosidad
y la exigencia de unos estándares de calidad en la
formación y la práctica
clínica.